Friday, April 09, 2010

El disco rígido dijo achís...

Generalmente no confío para nada en Windows, es algo que aprendí a lo largo de los años. Para mi gusto estornuda demasiado seguido, pero bueno, uno aprende a no darle demasiada bola, especialmente cuando hay que hacer algo importante.

Vengo de una mala racha con los discos rígidos, hace unos meses un MAXTOR de 160 Gb que era el disco principal de mi desktop reventó, dejó de funcionar. El primer síntoma fueron los ruidos que hacía el disco rígido ocasionalmente, el segundo y definitivo el hecho de que la maquina no booteo más (y yo putee más...). Ahí mismo puse un Live CD de Ubuntu en la lectora, arrancó y a duras penas pude salvar algunos directorios: el escritorio, algunos archivos de Paula y nada más (las fotos estaban en el otro disco, por lo que nunca estuvieron en peligro). Con ese disco se perdían 3 años de cambios en Mis Documentos, el último back up había sido antes de mudarme (sí, ya se, no me digan nada...). Cuando saqué el disco de la PC, debajo de toda la mugre decía "Refurbished", mirando la factura en ningún lado avisaba de eso y a Paula nunca le dijeron que era un disco recauchutado... Forros...

El Live CD nos salvó por unos días hasta que tuve tiempo de comprar un nuevo HD, esta vez un Western Digital de 320 Gb (que se sumaba al otro de la misma marca de 500 Gb donde guardo todo lo importante). Lo particioné, instale Windows, Ubuntu, toda la bola... con el espacio no utilizado para los sistemas operativos arme una partición primaria para usar como back up del otro disco, en total me sobraban aproximadamente 190 Gb. Y así quedó, por meses...

El sábado pasado, mientras corría una de las rutinas de backup, y habiendo olvidado de qué capacidad era el disco que había comprado hace meses, me fui al Administrador de Discos, para mi sorpresa había un espacio disponible para particionar de 190 Gb, así corroboraba mis dudas de que efectivamente, como me ha pasado tantas veces, me había olvidado de terminar de crear las particiones en el disco y que en realidad había habia optado por el de 500 Gb y no por el de 320 como había pensado en un primer momento. Así que le pedí a Windchot que creara una en ese espacio y lo formateara. Al momento de darle Ok al último paso reventó todo, con BSOD (pantalla azul) y todo... la máquina nuevamente no booteo más, con eso corroboré que en realidad había visto un tipo de espejismo digital, que ese espacio libre no existía, y que me había mandado una cagada bastante importante...

Mantuve la calma en todo momento, sabía que el otro disco iba a andar bien (lo desenchufé de todos modos por dudas...). Agarré de nuevo el LiveCD de Ubuntu y vi lo que ya esperaba, había hecho pedazos la tabla de particiones, pero sabía que los datos todavía tenian que estar ahí. Así que me puse manos a la obra, me bajé el Hiren's, en el laburo lo usan tanto que supuse que era la mejor opción. Probe con 2 programas de los incluídos para restaurar particiones pero no hubo suerte, ninguno me encontraba las 4 particiones que tenia el disco (Windows, Linux, SWAP, Backup).

El domingo, ya más descansado y después de un almuerzo en familia, me pasé a lo seguro, Linux. Levanté nuevamente el LiveCD en la máquina, investigué un poco y encontre el programa que necesitaba "TestDisk". Aguante el software libre...

Luego de un hermoso y rápido apt-get install testdisk , lo corrí, debo decirles que ese programa es una maravilla... En menos de 30 minutos me había encontrado todas particiones del disco. Luego de encontrarlas, las marqué, las recuperó, regeneró la tabla y pasamos al momento de la verdad, reiniciar la PC...
La máquina booteo como si no hubiera pasado nada (y yo dejé de putear), con todos los archivos en su lugar, recuperé todo y me hice de un nuevo amigo, el comando testdisk de Linux.

Los dejo hasta la próxima, se me hace tarde para ir a cursar...